
En el ajetreo de su trabajo como asistente de estilista en California, Yessica, de 30 años, comenzó a descuidar su alimentación. Las largas horas y la presión en la peluquería la llevaron a saltearse comidas, lo que resultó en un aumento de peso significativo. En un entorno donde la delgadez era valorada, Yessica se sentía incómoda y vulnerable debido a su sobrepeso.
Las burlas y los comentarios hirientes de sus compañeras de trabajo y las clientas le afectaban profundamente, aunque no lo mostrara exteriormente. Sus pantalones ya no le quedaban bien y se encontraba vistiendo tallas XL. Desesperada por perder peso, intentó métodos extremos y se sometió a dietas restrictivas y rigurosos entrenamientos, pero los resultados no eran satisfactorios y su salud comenzó a verse afectada.
Para Yessica, era hora de un cambio rotundo
Llegó un punto en el que, en lugar de perder peso, desarrolló anemia debido a los desequilibrios nutricionales causados por sus prácticas extremas. Fue en ese momento de desaliento que una amiga le habló sobre Yes You Can! y decidió ordenar su kit.
El inicio de una nueva etapa
Desde que comenzó su viaje con Yes You Can!, Yessica ha perdido 39 libras y ha experimentado una transformación física y mental increíble. Uno de sus aspectos favoritos del programa es el reemplazo de comidas, ya que se adapta perfectamente a su apretada agenda laboral. Puede disfrutar de una comida rápida, nutritiva y equilibrada en cuestión de minutos, lo que le permite volver al trabajo sin interrupciones.
Además de su pérdida de peso, Yessica ha recuperado su autoestima y se siente saludable y enérgica. Ahora disfruta viendo cómo la ropa de talla S le queda perfectamente, algo que nunca imaginó posible. Aprendió la importancia de una alimentación saludable y mantenerse activa para complementar su dieta.


Con Yes You Can!, Yessica descubrió que no hay necesidad de extremos ni sacrificios para alcanzar sus metas. Aprendió a escuchar a su cuerpo y a cuidar de su salud mientras disfruta de la comida. Hoy en día, sus amigas, compañeras de trabajo y clientas la elogian por su apariencia delgada y le piden que les cuente su secreto. Con una sonrisa, ella responde: "No hay secreto, simplemente soy... ¡Yes You Can!"